Muchas veces buscamos maneras innovadoras de educar a nuestros hijos, pero a veces vale la pena recordar algunas del pasado, apostar por cosas tradicionales que, en su esencia, no pierden utilidad y transmiten valores e ideas que aun queremos mantener. Los cuentos y las adivinanzas para niños son un ejemplo de ello que, además de ser un método barato, entretienen a los más pequeños.
Las adivinanzas nunca pasan de moda y suelen ser memorables, estimulan el pensamiento abstracto, la inteligencia y la capacidad de análisis resolviendo problemas. Aunque generalmente suelen ser fáciles, siempre activarán la capacidad de descifrado de nuestros hijos, además, si fallan, podemos aprovechar por explicarles el porqué y que comprendan así los razonamientos desde pequeñitos.
Contar adivinanzas para niños es un pasatiempo que se puede utilizar en cualquier momento: de viaje en la carretera, mientras se espera para algo, mientras se está tranquilamente en el sofá, etc. Lo importante es que esas adivinanzas para niños se conviertan en algo agradable con lo que pasar tiempo en familia y en el que todos participen.
Ventajas de las adivinanzas en edad temprana
Como hemos dicho, las adivinanzas para los más pequeños son un método muy positivo para ayudarles a desarrollar capacidades cognitivas. Sus rimas y su ritmo son idóneos para ser recordadas y que puedan transmitirse correctamente, ya no solo a los niños, si no para que ellos también puedan contárselas a sus amigos. Al final, son juegos de palabras divertidos que preguntan sobre algo deducible a partir de los mismos, pero que esconden una gran cantidad de ventajas:
- Estimulan la imaginación: muchas adivinanzas tergiversan la realidad para darle algo de humor a la pregunta, haciendo que el niño deba imaginar la respuesta de una manera divertida y aplicando la lógica.
- Ayudan a analizar la información: las adivinanzas suelen ser preguntas que te dan una pista de la respuesta, bien utilizando una metáfora o asociando una situación poco realista a un elemento que no le corresponde la misma. El análisis y la deducción juegan un papel importante para dar con la solución.
- Estimulan la curiosidad: seguro que si la adivinanza en un poquito complicada, no la acertará a la primera y seguirá intentándolo. Cada intento fallido aumenta más la curiosidad por saber la solución, una forma genial de aprender a gestionar la paciencia y el análisis, como decíamos antes.
- Te hacen pensar de manera crítica: cuando se plantea una adivinanza se establece un sistema de deducción y eliminación en el que las primeras respuestas suelen ser descartadas a partir de un razonamiento que potencia la capacidad crítica del más pequeño. «Esta respuesta no puede ser porque…».
- Favorecen la capacidad de asociación: cuando el niño empieza a pensar la solución de la adivinanza empieza a hacer relaciones entre lo que se plantea y los diferentes elementos que se plantean previamente a la pregunta. «¿Puede un animal llevar zapatos? No, pero si tiene muchos, entonces…».
Adivinanzas para niños para entretenerse y aprender
Existen adivinanzas temáticas cuya solución pueden ser animales, objetos cotidianos, vehículos, etc. Hoy os vamos a poner algunos ejemplos variados que podéis utilizar con los hijos para obtener todas las ventajas citadas. Vamos allá:
- Aunque tengo cuatro patas, yo nunca puedo correr, tengo la comida encima y no la puedo comer. Solución: la mesa.
- Esto era un gallo que puso un huevo en los Picos de Europa. A dónde fue, ¿al norte o al sur? Solución: los gallos no ponen huevos.
- Si hay una carrera en el mar, ¿quién es el último en llegar? Solución: el delfín.
- ¿Quién será que de noche sale y de día se va? Solución: el búho.
- ¿Qué animal tiene las cinco vocales del abecedario? Solución: el murciélago.
- Canto en la orilla, vivo en el agua, no soy pescado ni soy cigarra. Solución: la rana.
- No es cama ni es león y desaparece en cualquier rincón. Solución: el camaleón.
- Una señorita muy señoreada, lleva sombrero verde y blusa colorada. Solución: la fresa.
- Si tú me quieres comer, me verás marrón peludo y no me podrás romper porque por fuera soy muy duro. Solución: el coco.
- Abierta siempre estoy para todos los niños. Cerrada y triste me quedo los domingos. Solución: la escuela.
- Muchas lamparitas muy bien colgaditas, siempre encandiladas y nadie las atiza. Solución: las estrellas.
- Dos fuentes muy cristalinas están en medio de un llanto y cuando las fuentes manan no está muy contento el amo. Solución: los ojos.
Como se puede ver, hay adivinanzas de todo tipo, desde aquellas que usan rimas y casi indican la solución en la propia pregunta hasta otras en las que hay que calentarse el coco un poquito más. Sea cual fuere la escogida, seguro que a los más pequeños les encanta tratar de adivinar la respuesta de alguna de estas adivinanzas para niños que os hemos indicado. Si sabéis de más, ¡no dudéis en ponerlas en los comentarios! Sin duda, una buena de entretenerse mientras venís hasta el Camping Villasol 🙂
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